Los asesinos llevan tiempo aterrorizando a los señores. Aquella noche, los guardias cruzados no podían creer su suerte. Por fin capturaron al terrorista y, quién lo iba a decir, ¡era una dama! Además, ¡guapísima! No dedicaron demasiado tiempo a pensar en ello. En lugar de eso, se ensañaron con la adorable asesina de todas las formas que podían imaginar...